domingo, 25 de mayo de 2014

¿Rembrandt o no Rembrandt? Una respuesta millonaria
Por: Miguel Ángel García Vega

¿Se puede comprar un rembrandt o un caravaggio por 15.000 euros? La lógica dicta que es imposible. Aunque dos coleccionistas sostienen lo contrario. ¿Se equivocan? Las obras de arte no siempre son lo que parecen. Las atribuciones de los artistas se mueven y cambian como las líneas discontinuas en una carretera.
Eso es lo que ha pensado un importante coleccionista estadounidense, que ha tenido una fe desmedida en que los expertos y sus ojos se equivocaban. La semana pasada, la sala de subastas Lempertz, en Colonia (Alemania), remató un óleo sobre lienzo de mediano formato (103,5 x 86 centímetros) fechado alrededor de 1600 con el título Lasset die Kinder zur mir kommen (Dejad que los niños se acerquen a mí). Detrás de estas palabras existe una historia bien conocida. El evangelista San Mateo (19,13-15) narra que unas personas llevaron unos niños frente a Cristo para que les impusiera las manos y rezara por ellos. Los discípulos los reprendieron por molestar, pero Jesús intervino: “Dejad a los niños; y no les impidáis que se acerquen a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos”.

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'Anciano sentando en un sillón' (detalle) fue atribuida originalmente a Rembrandt, pero esta autoría se rechazó en 1969. Esta semana, el profesor Ernst van de Wetering, considerado uno de los principales expertos en el mundo del genio barroco, afirma que esta obra se encuentra entre los trabajos más importantes del pintor. El cuadro pertenece a la National Gallery de Londres.


Esta es la escena que cuenta el óleo subastado por Lempertz. La casa de pujas, tras varios estudios e informes de peritos internacionales, atribuyó la tela a algún seguidor de Rembrandt, el genio holandés del XVII. Pero no dio más trascendencia al lienzo y fijó un precio de salida en 15.000 euros. Sin embargo, en una puja feroz, que consumió más de seis minutos —un tiempo enorme en una sala de subastas—, la obra se remató por la increíble cifra de 1.525.000 euros. Nada menos que cien veces más que su valor de partida. Este astronómico resultado supone que el coleccionista cree que el óleo procede de Rembrandt. De su mano y pincel. Al menos gran parte. Si fuera así habría comprado una de las mayores gangas en muchos años. De hecho, la última tela de este tamaño del maestro barroco que se remató en subasta se adjudicó por 33 millones de dólares (unos 24 millones de euros), pero hoy en día, tal y como está el mercado, esa cantidad se quedaría pequeña.
  
La puja por el presunto Rembrandt fue dura. Por encima de 100.000 euros se vieron numerosas ofertas, al igual que en 400.000, y llegados a 900.000 euros tres coleccionistas porfiaron por la tela, propiedad de una colección privada berlinesa.
Por un cierto tiempo, al menos hasta 1954, se consideró que el cuadro procedía de la mano de Govert Flinck (1615-1660), un pintor barroco que durante al menos 12 años, los que transcurren de 1636 a 1648, trabajó siguiendo el estilo del maestro. Esta fue la atribución que estableció en aquellos años Zimmermann, quien fuera director de los Museos Nacionales de Berlín.

Govert_Flinck'Isaac bendiciendo a Jacob', obra de Govert Flinck que evidencia una fuerte influencia de Rembrandt.

                            Desde luego, el coleccionista estadounidense ha asumido mucho riesgo al entender, junto con otros pujadores, que la atribución no era correcta. Se trataría —es lo que en el fondo cuenta su puja— de una obra de juventud del artista. Pronto, seguramente, comenzará un periplo de estudios, opiniones de expertos y pruebas con el posible rembrandt a la búsqueda de una firma, un dato, unos pigmentos o una ejecución en el trazo que resuelva el enigma. Y si al final consiguiera confirmar la autoría de Rembrandt posiblemente el óleo volvería a subasta, y, claro, lo haría con un precio muy distinto.

La segunda historia, bastante similar, nos lleva a Caravaggio (1562-1609). El 14 de mayo pasado la sala Christie’s de Amsterdam subastó The Mocking of Christi (La burla de Cristo). Una tela de grandes dimensiones (207 x 174,3 centímetros) que la casa, en su catálogo, estima que probablemente la ejecutó algún artista próximo al genio toscano. El lienzo está en bastante mal estado (se aprecia en la pequeña imagen de la izquierda). Se halla recubierto por un barniz oscuro y resulta imposible identificar al maestro. Tal vez podría ser algún pintor que estuviera activo en aquella misma época en Roma o en el sur de Italia. Pese a todo, tampoco se puede excluir que proceda de la mano de un caravaggista francés. Sea como fuere, el precio de salida era de 15.000 euros y al final se cerró en 205.000. Un incremento del 1.600%. ¿Aciertan los coleccionistas o se equivocan?


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