martes, 27 de mayo de 2014

Se come cadera como proyecto de arte.

Los artistas no conocen límites cuando se trata de mostrar las distintas modalidades del arte y muchos eligen su propio cuerpo para ello. Un ejemplo es el noruego Alexander Selvik Wengshoel, quien tras ser intervenido en la cadera para recibir una prótesis, pidió el hueso, posteriormente se hizo una sopa y se lo comió. Todo el proceso fue documentado y lo presentó como proyecto para aprobar el curso en la Academia de Arte de Tromso.

 Según el diario The Independent el joven de 25 años nació con una deformidad y hace cuatro años lo operaron para colocarle una prótesis de metal. Durante años pasó sumido en una silla de ruedas.

 Por lo que en una conversación con el médico le solicitó la parte que le retiraron para guardarla como recuerdo. Sin embargo, una vez en su vivienda optó por hervirlo para trabajar la pieza.

 "Tenía que cocer el hueso para desprenderle la carne de él. Así que, comencé a sacar los restos, tomé una pequeña parte y pensé '¿por qué no?' No todos los días tengo una porción de carne humana que es mía y que puedo comer'. Así que probé un poco y entonces pensé 'está realmente bien'", reveló.

 Selvik, acompañado por su cámara de video, grabó cómo acompañó el menú con papa gratinada y una copa de vino. Una vez terminado el banquete, el muchacho dijo que el plato poseía el sabor de "una oveja salvaje".

 El artista capitalizó la intervención y presentó tanto una película como radiografías de su cuerpo como parte del trabajo de graduación en arte. Por más extraño que le parezca, a los profesores les fascinó. 

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